Se nos va la vida buscando reconocimiento

La búsqueda de reconocimiento es un motor muy potente en nuestras actuaciones. Mucho de nuestro ajetreo cotidiano está orientado a obtener reconocimiento. Ser reconocidos equivale a un ingreso en nuestra cuenta existencial. A veces somos conscientes de que lo necesitamos y no dudamos en solicitarlo. Otras veces, decimos cosas, adoptamos posturas, actuamos e incluso sobre-actuamos con la expectativa poco consciente de obtener un reconocimiento.

Por lo menos que me mire, para que se entere de que existo.

Obtener reconocimiento significa que nunca estamos solos, existimos a través de otros, lo que amplía nuestra identidad existencial; la memoria del otro trasciende el significado de nuestra existencia más allá de nuestro ser.

Valía, reconocimiento y dependencia

Valía y reconocimiento están estrechamente ligados. A menor valía reconocida por nosotros mismos, mayor necesidad sentimos del reconocimiento de terceros, y mayor dependencia tenemos de actuaciones, experiencias o elementos materiales que nos procuran el reconocimiento social. En nuestros tiempos, el éxito social está muy vinculado al éxito material, especialmente al dinero que ganamos. Somos reconocidos por lo que conseguimos y no por lo que somos.

A menudo nuestra fantasía es que valemos según el rol profesional que ejercemos o el reconocimiento social que obtenemos. Las redes sociales, con sus «likes» y sus «seguidores» a las imágenes o frases que compartimos, han reforzado la dependencia entre valía y reconocimiento.

Desde el reconocimiento social que obtenemos aparecemos ante otros como un influencer, es decir, un referente generador de sentido para terceros; nos volvemos un significante del sentido para otros, un componente de su identidad; todos somos generadores y receptores de sentido.

La soledad y la dependencia del reconocimiento

Todo líder tiene que convivir con dosis de soledad, cuanto más progrese en la jerarquía empresarial o política, más estará confrontado con la soledad, la cual va incluida en su estatus social y en su retribución. Hay cosas que no podrá compartir con su entorno cercano y para ello tiene que tener claro que no es adicto al reconocimiento y aprobación de ellos. De no ser así, querrá oír cantos de sirenas en sus colaboradores o en sus consultores, lo que le llevará a compartir confidencias y a incurrir en un fraude en el ejercicio del rol. Las empresas pierden mucha confidencialidad por el desagüe de la dependencia del reconocimiento de sus empleados cuando son llamados por los headhunter.

El adulador sabe la fuerza de la dependencia del reconocimiento

El adulador le dice al líder lo que este quiere oír y no necesariamente lo que es bueno para el negocio. El adulador susurra al oído del político. El adulador solo está interesado en que no le exijan a él. El adulador es sabedor de la inseguridad del líder, y a la vez que le seduce le aísla.

¿Y si no llega el reconocimiento?

No sentirnos reconocidos cuando vivimos tan necesitados de ello, nos pone en contacto con el sinsentido de nuestra existencia, non genera ansiedad. La incomunicación, el olvido, la soledad y el aislamiento, hacen emerger en nosotros imágenes de muerte existencial, que la representamos como una liquidación de la función mediadora del otro para dar sentido a nuestra existencia.

El individuo-sistema y la búsqueda de reconocimiento

El individuo-sistema es una de las evoluciones generadas por las redes sociales; hasta la llegada de éstas en nuestras vidas establecíamos una clara diferencia entre el individuo por un lado y el sistema por el otro, el segundo siendo mucho más amplio y contenedor del primero.

Antes todos nos movíamos y desenvolvíamos en un sistema que nos servía de contexto. Ahora, cada uno de nosotros representamos nuestro propio sistema-contexto. Estos son algunas implicaciones:

  • Al individuo-sistema no le interesa el entorno sino que se fabrica su mundo. Por ejemplo, el viajero no viaja y observa para disfrutar y maravillarse de lo que ve «aquí y ahora», sino que va filmando o disparando fotos sin cesar para promocionar su sistema-contexto «allí-en la red».
  • El individuo-sistema se interesa mucho por su propia producción, que espera hacer llegar a muchos amigos a través de las redes sociales ; en cambio, muestra escaso interés por la producción de buena parte de sus amigos.
  • El individuo-sistema se representa a sí mismo desde sus performance, sus imágenes o sus chats. Quiere que le premien con muchos like.
  • El individuo-sistema quiere que los demás adopten su propuesta de sistema-contexto como preferida. Y si no sucede tal cosa se enfada o se va a buscar seguidores a otro lado.
  • El individuo-sistema habla bastante de sí mismo y adopta una postura netamente narcisista, de la cual el mejor exponente es el selfie, busca a gustarse a sí mismo

La sobre-actuación para obtener reconocimiento

El reconocimiento tiene una dimensión objetiva: cuando A ofrece reconocimiento a B por una acción o consecución que ha llevado a cabo. El reconocimiento tiene una dimensión subjetiva: cuando B está actuando su necesidad de sentirse atendido por su entorno, en el sentido de “ocúpate de mí…hazme un signo que muestre que existo a tus ojos”

¿Qué sobre-actuaciones pueden interpretarse como que esperas sentirte atendido?

  • Me han llamado, me están ofreciendo algo (significado = hay alguien ahí afuera que me está queriendo más que vosotros, el mundo se ha fijado en mí, por fin hay alguien que me reconoce mis capacidades cuando aquí me tratáis como un mediocre).
  • Me ha ignorado, me ha dado la espalda, no me dice nada (significado = le importo un bledo, sin su mirada yo no existo, soy invisible a sus ojos, yo vivo dependiente de su mirada).
  • Ahí afuera valgo más, no me veo siguiendo aquí, creo que no seguiré (significado = súbeme el salario de una puñetera vez, yo valgo bastante más de lo que tú crees).
  • Qué bien lo haces, qué guapa vienes hoy (significado = dime tú ahora algo similar sobre mí, dime algo que te guste de mí).
  • Dime que lo hago bien, dime que soy bueno (significado = necesito que me lo digas tú porque yo no soy capaz de verlo solo, necesito tu espejo para existir, si tú me lo dices será cierto).
  • Estoy pensando en hacerme consultor, quizás coach (significado = yo ya soy tan bueno y tengo tanta experiencia que sólo puedo enseñar a otros, soy incluso bastante mejor que mis jefes).