La estrategia granular es la que cada directivo puede contar de manera fácil, la que permite mayor capilaridad y resulta fácil de asimilar por las personas clave, la que potencia el sentido y la cohesión de los equipos, la que hace fluir la energía entre los pilares clave del negocio, la que se ejecuta desde cada rol, conecta con la ambición y ofrece posibilidades de realización.
¿Para qué sirve la visión compartida?
La visión compartida sirve para compartir nuestra contribución singular a un mundo mejor. Por ello, la visión compartida deberá estar de forma explícita en la marca. La marca existe para comunicar y vender nuestra visión compartida. La marca conecta nuestra cultura del negocio con la visión. La visión compartida tiene una dimensión emocional que entrena a las personas y los equipos a mostrar que lo que hacen a diario sirve a un propósito superior. Si no encontramos ese propósito superior, nuestra acción diaria se reduce a algo funcional-transaccional que ya describimos en la misión del negocio.